sábado, 2 de agosto de 2008

Al final...

Cuanto bien hace la luz despúes de las tormentas... la calma despúes de un huracán. Cuan bello ver en el espejo mis ojos limpios reflejo de mi corazón sereno... cuanto bien...
Mis carcajadas se expanden hasta estrellarse en las hojas de mi árbol favorito, te susurro, te extrañé.
Voy con los pies llenos de barro y hojarasca viaje al centro de mis tierras. Cada paso es la sensualidad de mi alma, mi sonrisa se hace amplia, siempre es un buen día para andar.